Este viernes 18 de marzo, el Presidente Gabriel Boric firmó el ingreso de Chile al Acuerdo de Escazú, acuerdo medioambiental que reúne a Latinoamérica y el Caribe, pero que había sido rechazado por el Presidente Sebastián Piñera.
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Al respecto, el Mandatario manifestó que este anhelo por el que muchos han trabajado, es importante para la protección de los derechos humanos y el medio ambiente.
«Estamos aquí avanzando con el Acuerdo de Escazú, mañana lo haremos por el reencuentro entre los pueblos que habitan nuestro territorio, por las pensiones dignas, por la salud de calidad, por la erradicación de la violencia de género y los abusos sexuales en los establecimientos educacionales, porque eso es lo que Chile quiere, y para eso llegamos a La Moneda», enfatizó Boric.
En este sentido, reconoció que «nos hemos demorado más de la cuenta para firmar este acuerdo, pero hoy enmendamos el rumbo y por eso quiero invitar el Congreso a que aprobemos esto con rapidez, porque la vida no puede esperar».
De acuerdo con sus declaraciones sobre lo que ha significado la lucha por el medio ambiente, el jefe de Estado agregó que «costó demasiadas vidas y no podemos permitir que se nos vaya ni una más. Este acuerdo representa un hito en el camino hacia una nueva relación entre el Estado y sus habitantes en materia medio ambiental y requiere del compromiso de todas y todos».
Tenemos el desafío de construir un nuevo modelo de desarrollo que nos permita vivir en un ambiente sano, desarrollarnos de manera sustentable, conservar nuestra biodiversidad, frenar la degradación de las tierras, adaptarnos al cambio climático y construir un país en el cual nuestras niñas y niños puedan crecer seguros y felices», concluyó el Mandatario.
Por su parte, Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente, señaló que «hoy es un día emotivo y largamente esperado por quienes creen que los derechos humanos, la democracia deben de transitar hacia un modelo ecológico justo: es la tarea más importante de esta época”.
«Nos encontramos ante la peor crisis ecológica de la historia y requerimos enfrentarla de forma conjunta. Es tiempo de tomar acciones decididas y transofrmadoras, donde hay que escuchar a la ciencia y a la economía”, añadió.
Antonia Urrejola, ministra de Relaciones Exteriores, valoró el paso dado por el jefe de Estado, manifestando que «el futuro de Chile está inevitablemente conectado con la protección de los ecosistemas».
«La adhesión a Escazú representa el retorno a la mejor de muestra de tradición diplomática. Queremos recuperar el prestigio internacional de Chile y que los chilenos y chilenas se sientan orgullosos y orgullosas de la contribución del país al mundo”, finalizó
Piñera había rechazado el ingreso de Chile al Acuerdo de Escazú
Pese a ser uno de sus impulsores, Piñera explicó en 2020 que Chile no se sumaría a los países que ratificaron el tratado aludiendo a complicaciones de «interpretación» que podrían complicar la soberanía nacional e, incluso, arriesgar al Estado a demandas internacionales, con Bolivia como principal flanco.
El 10 de septiembre de aquel año, el ex Mandatario enfatizó que dicho acuerdo «tiene algunos problemas que tienen que ser resueltos antes que Chile lo firme», especificando entre ellos aspectos relacionados «a la secesión de soberanía o problemas que podrían llevar a Chile ser demandado ante Cortes Internacionales sin justificación».
Andrés Allamand, canciller chileno en aquel momento, dijo ante el Congreso Nacional que el sumarse al acuerdo «podría eventualmente conducirnos a la Corte Internacional de Justicia porque se cumplirían los dos requisitos para ello: es un tratado posterior a 1948 y, además, esta eventualidad se produciría en el evento que se agotaran las instancias de negociación».
Igualmente, el vocero de Gobierno de la época, Jaime Bellolio, subrayó que el sumarse a Escazú, «tal como está, no resulta conveniente para Chile. Hay aspectos donde existen dudas, como por ejemplo cuál es el alcance interpretativo».
No obstante, el ex canciller nacional durante el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz, criticó dicha decisión de Piñera en 2020, manifestando que «aquí no hay ningún peligro que Chile pueda ser llevado por Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia, porque no existe ninguna obligación que se pueda desprender de este proyecto».
Con información de 24 Horas Cl