La lectura de libros, artículos y periódicos online, mejora al cambiar la tipografía que muchas veces puede perjudicar al cerebro.
Según las fuentes que se utilizaron para redactar un texto digital, habrá una diferente recepción de la información.
Cambiar la tipografía mejora la lectura de un texto ayudando a una buena memoria de lo leído
Las personas al haber estado expuestas a fuentes tipográficas básicas, muchas veces de la familia Sans Serif, sus ojos suelen estar acostumbradas a ellas.
Arial, Courier, Helvetica, Times New Roman, son algunas de las tipografías que han estado presentes diariamente desde hace un tiempo.
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La estructura básica y blanda de estas fuentes, permite que la lectura sea simple. En el mundo actual, la lectura digital ha sido una de las mejores opciones para informarse o entretenerse.
Fuentes simples no son la mejor opción
No obstante, debido a la configuración predeterminada que tienen los dispositivos en relación a la tipografía, esta puede hacer que la información que se comunica no sea bien recibida.
En casos como iPhone y Mac, su fuente predeterminada es la Helvetica Neue. Mientras que Mac Segoe es la tipografía para los productos de Windows. Para el Kindle, Caecilia y Georgia son sus protagonistas.
Sin embargo, por más fácil que se perciban, estas terminan perjudicando a la memoria y a su retención de información.
¡Agiliza la memoria!
De acuerdo a un estudio realizado por la autoría del licenciado en Princeton en Psicología, Connor Diemand-Yauman, se concluyó que un texto con fuentes simples dificulto el aprendizaje de este.
La investigación fue aplicada a estudiante que fueron evaluados en su capacidad para retener la información del material escrito. Quienes recibieron el material en las fuentes complicadas obtuvieron mejores resultados en los exámenes. En cambio, en el aula que aquellos que trataron de aprender con fuentes simples y más familiarizadas.
Diemand-Yauman y su equipo encontraron que cuando se presenta con formas y líneas extrañas, el cerebro se ve obligado a reinterpretar las palabras y frases.
Sin la capacidad de leer rápidamente oraciones o incluso páginas, permite que se le dedique más tiempo a la información y, como consecuencia, aprendemos y retenemos más lo que leemos.
Cabe señalar que no es necesario cambiar la tipografía de todos los documentos para la mejora de la lectura. Basta con utilizar un tipo de letra común -pero de uso menos frecuente- tal como lo es Comic Sans, para ayudar a la buena recepción del texto.
Diemand-Yauman en su estudio encontró además, que incluso los pequeños cambios, tales como la aplicación de un tipo de letra ligeramente festiva como la Chalkboard o la más gruesa y rígida Brittanic Bold, hicieron una diferencia significativa para los estudiantes.
¿Cómo cambiar la fuente tipográfica?
Las habilidades de retención de datos de la lectura de una novela o de artículos de noticias, e incluso en el ingreso de un contacto en el teléfono inteligente o tableta, pueden ser mejoradas con un par de clicks.
Al leer un libro en un Kindle, se puede cambiar la fuente predeterminada a otra de las disponibles. Después basta con alternar entre distintos tipos de letra cada vez que se lee un libro nuevo para mantener todo adecuadamente.
En un teléfono con Android, hay formas de cambiar las fuentes del sistema, y es especialmente fácil el dispositivo es Samsung. Algunos móviles Android pueden requerir acceso root.
Por su parte, los usuarios de iOS requieren un jailbreak para cambiar la configuración de fuentes del sistema, pero algunas aplicaciones individuales, como la aplicación de Kindle, permiten cambiarlas fácilmente.
En la computadora, se permite incluso diseñar una fuente personalizada.
Con información de | Periodismo.com
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