De acuerdo con varios expertos, la zona central del país está a la espera de que se registre un gran terremoto junto con un tsunami.
Sobre esto, Daniel Melnick, académico de la Universidad Austral, destacó que los movimientos telúricos de magnitud 9 «ocurren entre 200 y 600 años, y ahora ya llevamos casi 300, por eso es hora de empezar a revisar nuestros planes de evacuación».
La zona central a la espera de un terremoto y tsunami
Los planes de evacuación es un tema que ha tomado prioridad debido a la imparable urbanización. Tener la planificación necesaria es lo que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte cuando se presenta este tipo de fenómenos.
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Marco Cisternas, profesor de la Universidad Católica de Valparaíso, detalló: «Ahora la vulnerabilidad ha aumentado mucho porque está lleno de construcciones, está lleno de industrias y de colegios. Viña del Mar es una planicie que está a cinco metros de altura, es muy baja, los tsunamis tienen hasta diez metros»
Viña del Mar: Una de las zonas más preocupantes
Según señalan las cartas de inundación del SHOA, si se llega a presentar un tsunami por un megaterremoto, en la Avenida Perú el muro de agua sería de entre 4 o 6 metros del altura.
Alejandra Gubler, investigadora del Cigiden, compartió: «Incluso, un poco más allá sería de más de 6 metros… Trae mucha fuerza y es capaz de arrastrar vehículos, escombros, incluso en Japón se vio casas completas y embarcaciones»
Asimismo, agregó: «Este es un sector crítico de la ciudad de Viña del Mar porque acá el punto de evacuación está caminando a más de 25 minutos, y las simulaciones nos muestran que el tsunami podría llegar en 13 minutos en esta parte»
Una estrategia distinta para Valparaíso
En cuanto a Valparaíso se refiere, Matías Carvajal, académico de la Universidad Católica de Valparaíso, afirmó que «tiene una ventaja y una desventaja con respecto a Viña. La ventaja es que el cerro, la zona alta, está mucho más cerca, pero la desventaja es que Valparaíso en general es más desordenado y, por lo tanto, hay más obstáculos».
En una nueva simulación de evacuación, avanzando de manera uniforme, sin parar y sin el caos que supone un megaterremoto, el tiempo de llegada a la zona segura fue de 15 minutos, sin contar la duración del eventual sismo. Esto está dentro de los estándares de un buen resultado, pero puede ser mejorado.
Con información de | Meganoticias
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